"Toda América del Sur no formará en adelante sino una numerosa familia que por medio de la fraternidad pueda igualar a las respetadas naciones del mundo antiguo"

Juan José Castelli

miércoles, 22 de abril de 2009

Eduardo Galeano

Fábulas

Proverbios

Un viejo proverbio enseña que mejor que dar pescado es enseñar a pescar.
El obispo Pedro Casaldáliga, que no nació en América pero la conoce por dentro, dice que sí, que eso está muy bien, muy buena idea, pero ¿qué pasa si nos envenenan el río? ¿O si alguien compra el río, que era de todos, y nos prohíbe pescar? O sea: ¿qué pasa si pasa lo que está pasando?
La educación no alcanza.

Miguel Angel Estrella

El pianista Miguel Angel Estrella recuerda la tortura en Uruguay

"Me decía ‘te formaron para tocar para nosotros y elegiste la negrada’"

Es el flamante embajador argentino ante la Unesco, la entidad cultural de la que es hace años embajador de buena voluntad. Sigue en su casa de siempre, "sin creérsela", tocando el piano. En este diálogo, recuerda sus dos años de prisión y tortura en Montevideo, cuando fue secuestrado, salvó su vida por la presión del mundo, pensó que nunca más podría usar sus manos y un coronel sanguinario le explicó que era "un traidor de clase".
Por Miguel Bonasso
"El manejaba los interrogatorios. El me decía: ‘vos nunca más vas a tocar el piano’. Porque vos no sos guerrillero, pero sos algo peor: con tu piano y tu sonrisa te metés a la negrada en el bolsillo y les hacés creer a los negros que pueden escuchar a Beethoven", evoca el Chango Miguel Angel Estrella, y la sonrisa que perturbaba al coronel uruguayo José Nino Gavazzo reaparece triunfal sobre los abismos del terror y la muerte que conoció en carne propia en el Montevideo de 1977, cuando imperaba el Plan Cóndor.
Y el cronista piensa que tal vez el coronel Gavazzo desde su lógica perversa descubrió una verdad esencial, porque esa sonrisa de dientes grandes que ilumina la cara angulosa del gran pianista tucumano es la demostración mayor de que el Chango, como pretendía Rudyard Kipling, ha sabido tratar "al triunfo y a la derrota como a dos impostores".
Ahora es el flamante embajador argentino ante la Unesco, donde ya era desde hace más de veinte años "embajador de buena voluntad", pero ni el recuerdo de la muerte, ni todos los triunfos y condecoraciones mundiales recibidas en cuarenta años de carrera internacional bastaron para malversar su alma de cristiano primitivo, que brinda la sonrisa y una pasta frola excepcional en la cocinita de su casa de la entrañable cortada Renán, la misma donde habitó con Marta, el amor de su vida, muerta en 1975. La misma casita humilde que pintó de rosado en noviembre del ‘72, para ofrecerle el balcón al Viejo, que regresaba al país tras 17 años de exilio. La misma donde una noche de los setenta se puso a ensayar Brahms y logró, sin proponérselo, que el vecindario se agolpara frente a la puerta y los vecinos lo escucharan sentados en la vereda, como antes lo habían escuchado religiosamente los coyas de Salta y Jujuy o los peones del azúcar de la FOTIA tucumana, como lo escucharían después los habitantes de las villas miseria de todo el mundo, a los que restituiría durante décadas la propiedad perdida de Beethoven y Bach –que el coronel quería expropiar– llevándoles su "Música Esperanza", que es más que una fundación o una ONG, es el viejo intento de que la cultura sirva para restablecer, en algún oscuro día de justicia, los derechos del hombre.
Llamarse Estrella es una premonición que arroja muchos significados. Su apellido en árabe es Najem (o Nayem, en la pronunciación española). Cuando sus abuelos inmigrantes llegaron a estas tierras, el funcionario de Migraciones les preguntó su nombre y el abuelo se limitó a señalar el cielo varias veces, sin decir una palabra. El funcionario vaciló unos segundos y luego ordenó: "Pónganle Estrella a estos turcos de mierda". Había acertado: nayem significa estrella en árabe.
Quienes lo visitan en la casita de la calle Renán y se lo encuentran de jean o bermudas, enarbolando la sonrisa hospitalaria, no dudan cuando el nuevo embajador en la Unesco afirma: "Yo no me la creo, si alguna vez me enfermo de importancia los autorizo a que me den una patada en el culo".
El diálogo que Página/12 sostuvo hace pocos días con Estrella fue mucho más que una entrevista periodística: la continuación de un encuentro mágico en el México del exilio, en la casa de Gerardo Bavio y Pila Garbarino, donde el Chango (recién liberado) se encontró con Jaime Dri, que había sido secuestrado como él, en Montevideo, el 15 de diciembre de 1977. Los que estábamos presentes fuimos sacudidos por sus exclamaciones: los dos se enteraron en ese momento de que el prisionero que habían sentido gritar en las sombras de la prisión clandestina era el hombre que tenían delante.
En rigor habían caído en el marco del mismo operativo de las Fuerzas Conjuntas, que empleó a cientos de sicarios armados hasta los dientes y apoyados por helicópteros. La casa que habitaba Estrella, con sus pequeños hijos Javier y Paula y "dos compañeros entrerrianos", estaba en la mira de los militares argentinos y uruguayos. A esa casa debía ir Jaime Dri el díaque cayó. A esa casa concurría el Oveja Carlos Valladares, un viejo amigo del pianista, que había trabajado en Tucumán con su padre. El Oveja, que era militante montonero y murió poco después tomando la pastilla de cianuro, había sido filmado secretamente por los servicios en la puerta de la casa montevideana del pianista. Estrella no era montonero (como bien lo sabía el coronel Gavazzo), pero era incapaz de negarles hospitalidad a sus amigos. Y lo pagó muy caro.
La tragedia se anticipó a sus planes: el pianista y sus hijos estaban a punto de abandonar Montevideo para pasar las fiestas en Buenos Aires y luego dirigirse a México, cuando irrumpió la patota del coronel. Lo llevaron de los pelos a una casa clandestina cercana al aeropuerto de Carrasco y lo torturaron con picana y colgándolo de una roldana, junto a un desconocido que gritaba –como él– en la tiniebla. Al desconocido (Jaime Dri) lo trasladarían luego a las mazmorras de la ESMA. El pianista estuvo a punto de sufrir el mismo traslado clandestino. Lo salvó una gigantesca campaña internacional, conducida, entre otros, por dos grandes músicos: Nadia Boulanger y Yehudi Menuhin. La Unesco, curiosamente, jugó un papel decisivo para salvarle la vida. Pero no pudo impedir que la dictadura uruguaya lo encerrase durante más de dos años en el penal, que por una siniestra ironía los militares orientales se empeñaban en llamar "Libertad".
En octubre del 2003, en la casa de la calle Renán, el concertista revivió su temporada en el infierno, sin odio ni rencor, exaltando con talento de narrador lo que Jean Paul Sartre decía con respecto a la resistencia de los prisioneros del nazismo: "Mientras haya una sola conciencia libre, ellos habrán fracasado".
El infierno de Carrasco
La veíamos venir. La olíamos. Una tarde, mientras estaba en el jardín con los chicos, vimos dos helicópteros sobrevolando la casa. Luego supimos por los vecinos que había cincuenta autos en las cercanías con tipos armados hasta los dientes. Mi hijo Javier, que estaba por cumplir once años y había perdido a su madre dos años antes, me abrazó llorando y me dijo: "Ahora te van a matar a vos, no quiero vivir más, papá". Mi hija Paula, de ocho años, vio cómo secuestraban a una de las chicas que vivía en casa. Yo había arreglado con una vecina que se los llevara, pero fue tal el terror que causó el operativo que los dos chicos se fueron solos, de la manito y temblando en busca de una familia amiga que vivía a unas diez cuadras.
Cuando me llevaron quedé encerrado en la capucha, con los ojos tapados por algodones. Y me torturaron encapuchado. Para bancarte la tortura tenés que buscar argucias para no cantar. Una de ellas era mística, mi relación con Dios. Una vez repetí más de treinta veces a los gritos: "Padre nuestro que estás en los Cielos".
Me enfermé con una diarrea que no paraba y venía un capitán a decirme: "Sos un paquete nada más, que después tiraremos en otro lado". El jefe (luego supe que era el coronel Gavazzo) que me reprochaba mi "traición de clase": "A vos te formaron para tocar para nosotros y elegiste la negrada". A veces, el coronel se sinceraba respecto a las diferencias entre la dictadura uruguaya y la argentina: "Vos decís que esto es un infierno. Pero yo voy a los chupaderos de Buenos Aires y salgo vomitando. Acá estás en un paraíso. No te matamos porque no podemos pero te vamos a destruir totalmente. Nunca más serás el padre de tus hijos. Nunca más tocarás el piano. Nunca más serás el amante de una mujer. Tenemos métodos muy sofisticados y si a los dieciocho años, que es el tiempo que te vamos a guardar acá, seguís con esa sonrisa te vamos a matar. Porque sos un tipo que tiene fe y eso te lo vamos a sacar". Las manos, hermano, las manos. Durante seis días me ataban las manos a la espalda y me hacía el simulacro de cortármelas con una sierra eléctrica.Entre los que me torturaban había una mina terriblemente sádica. Con esa mina yo hablé; era una mina de veinte años hecha mierda. Me acuerdo que era la más activa en la tortura. Desde el momento en que me secuestraron y me llevaban atado en el camión, empezó a pisotearme la cabeza. Empecé a distinguirla por la voz, porque tenía registradas las voces de los que nos pegaban y también las voces de los compañeros; llegué a contar 22 timbres diferentes. (Uno de los cuales era el de Jaime Dri.)
Un día esta mina de veinte años viene y me desata las manos y comienza a acariciármelas. A esa altura yo no tenía ninguna sensibilidad. Los dedos estaban hinchados. Ella me acariciaba y me decía: "Sol, qué hermosas eran tus manos hace unos días, cómo te las destrozaron". (A todos nos habían puesto un apodo y a mí me decían Sol.) Yo me atreví a decirle: "Cómo podés ser tan hipócrita, vos que me metiste tantas picanas en los huevos". Ella respondió: "Ya sé, ya sé". En medio de las sombras y los fantasmas yo me la imaginaba linda, un hembrón, pelo negro, largo, medio mulata. Ella me decía: "No, nada que ver, soy petisa, tengo los labios finos, soy fea, pero sé coger muy bien". "Vos te tenés que salvar", llegué a decirle una vez, en esos diálogos cortos y clandestinos que teníamos cuando estábamos a solas. Y ella me contestó: "No, porque si no me matan ellos me vas a matar vos. ¿O vos me vas a perdonar todo lo que yo te hice?" Le pregunté cómo había llegado a "esto". Me contó que vivía en un cantegril (villa miseria, en el irónico argot uruguayo), que un tipo la sedujo, le dio un poco de droga y al tiempo un día le dijo: "Te llevaría a una sesión rara, pero excitante". Y la trajo a una sesión de tortura. "Eso me motivó. Hoy cuanto más violenta soy más me pagan, por eso soy una hija de puta.
"No hubo forma de convencerla, me quedó grabada como algo tremendo humanamente: una mina de una villa miseria destrozada por un sistema.
Memorias de la casa muerta
Recién el 15 de febrero (de 1978) supe que estaba en el penal "Libertad". Yo siempre digo que en esa cárcel conocí lo mejor del Uruguay, a pesar de que era un laboratorio para destruir seres humanos. Estaba dirigido por psiquiatras. Todos estábamos bajo su control. Además de los pabellones había cinco pisos. Para cada sector estaba programado un grado diferente de dureza en el trato. Y esto podía cambiar súbitamente para mantenerte en un estado de perpetua alarma. Siempre me he preguntado cómo la inteligencia, la ciencia y el saber pueden estar al servicio de semejante proyecto de destrucción. Ni la correspondencia se salvaba: sólo te dejaban ver las cartas que podían atormentarte o causarte un conflicto. Una vez me escribió la Pila y se podía interpretar que mi vieja había muerto. Me volví loco, fue el único día en que perdí los estribos; quería matar a alguien.
Pero nosotros también teníamos estrategias de resistencia. Los presos nos contábamos todo. Los sueños, los amores que habíamos tenido, cómo eran nuestros hijos, las mujeres que habíamos elegido, los maestros que nos habían marcado. Contarnos era una manera de tener la cabeza ocupada en cosas de la vida.
A mí me tomaron como el preso más solidario. Cuando había algún afloje para repartir la comida decían: "Que reparta el Chango, que con esa sonrisa de oreja a oreja nos hace bien a todos". Había una complicidad para ayudarnos a vivir. Si había un compañero que estaba muy mal a mí me mandaban para hacer "guardia de enfermo". La "guardia de enfermo" consistía en contar cosas de viajes, de lo que pasaste en tu infancia, los mitos, los "casos", como decimos allá en el Norte. Para mí era como hacer música. Había uno, por ejemplo, al que le habían dado tanto que no hablaba con nadie y lo dopaban. Yo le decía: "Mirame, por lo menos, cuando te hablo". Y nada, él me daba la espalda. Un día le empecé a contar esas historias típicamente santiagueñas y la corté antes de llegar al final. Entonces se dio vuelta y fue el primer gesto de que escuchaba.
El 21 de setiembre de 1978, gracias a la campaña internacional que no paró un solo día, me llegó el mejor regalo: un piano mudo, para recuperar mis ejercicios como pianista. Pero la música estaba siempre presente. Había un prisionero al que llamaban Pirata, porque arrastraba una pata debido a la tortura: durante tres meses lo dejaron sentado y nunca más pudo caminar normalmente, porque se le habían atrofiado los músculos.
Al Pirata, que era un loco por la música y un hiperdotado, yo le daba clases a través de la pared de la celda, con dictados rítmicos. También aprovechaba los masajes que le daba en sus pies atrofiados para completar su instrucción musical, dándole lecciones por escrito. El guardia que nos custodiaba se aburría, se iba para otro lado y yo avanzaba en las lecciones musicales.
El Gato Ember
Una de las técnicas más perversas que utilizaban los psiquiatras del penal consistía en meterte en la celda a tipos con los que inevitablemente ibas a chocar. Ya fuera por cuestiones psicológicas o políticas. Buscando un personaje ideal para que me cayera mal y me fuera a las manos, me metieron un día en la celda al Gato Ember.
Era trosko. No bien entró, olfateó el olor a café (yo era el único preso que gozaba de ese privilegio) y me largó de entrada: "Burguesita la celda, ¿no?" Y yo lo atajé: "Mirá, si me venís con las teorías sobre los pequebú te digo: sí, pequebú hasta la muerte, hermano. Me gusta el café, me gusta el chocolate, me gusta ir al Sorocabana". El no se amilanó: "Tú no sos un pequebú, tú sos un bú".
A Ember le molestaba que yo todas las noches rezara. Rezaba despacito pero rezaba. No podía concebir que un tipo que estaba por cumplir cuarenta años rezara. "Tendrás que acostumbrarte", le dije.
Un día nos teníamos que contar las visitas que habíamos tenido y yo le dije que había venido mi hijo Javier, que se estaba asomando a la pubertad y andaba en sus primeros escarceos amorosos. Había conocido a una chica de la escuela, que se llamaba Concepción y era divina. Y me dijo: "Se me regaló, vos viste, papá". Yo le conté entonces cómo había conocido a su mamá, en un colectivo 105. Una morena de ojos negros que me flechó desde que subí al colectivo. Estaba sentada y miraba por la ventanilla incómoda por mis miradas. Yo le pedí que me llevara el portafolio y el tipo que estaba sentado al lado me dijo: "Sentate, pibe y avanzá". Nos bajamos a las diez cuadras y fuimos caminando hasta el pasaje Renán. Cuando oímos los pajaritos en los árboles me pareció estar en Tucumán y le dije a tu madre: "Qué lindo lugar para hacer un nido". Yo no podría decir que se me regaló; en todo caso nos regalamos el uno al otro y fue el amor de mi vida. Javier se largó a llorar y nos cortaron la visita.
De vuelta en la celda le conté al Gato que me había quedado mal y él me salió con una de las suyas: "Lo menos que hiciste con tu hijo fue hacerlo un revolucionario". Me le tiré encima y él me paró, diciéndome: "Tú sabes, no hay dos tipos más diferentes que tú y yo. Yo no te puedo soportar y tú no me soportas a mí. Hagamos un pacto de no hablar".
Durante dos semanas nuestra comunicación se redujo a pasarnos el mate. Los compañeros me decían: "Vamos a tratar de que te cambien de celda, porque se van a destruir ustedes dos". Yo les decía: "No pasa nada porque no hablamos y yo tengo mi teclado".Entonces, una mañana, el Gato Ember me empezó a hablar. El Gato, que era un tipo insomne y asmático, decidió confesarme "una debilidad": "Nunca estuve mejor en una celda que contigo. Nunca en estos siete años pude dormir y ahora duermo. Vos aportás una armonía acá en la celda que no sé de dónde mierda viene". Y agregó: "Disimulá, seguí diciendo que nos llevamos mal para que podamos seguir juntos en la celda".
Lo esencial con este hermano era un ejercicio intelectual que hacíamos: él tenía una capacidad de síntesis increíble. Yo no. Me decía: "Tú empleaste doscientas palabras para contarme eso. Ahora eso mismo lo podés decir con sesenta". Y empezábamos a sintetizar. Fue una cosa extraordinaria para mí, era como hacer música con alguien.
"Te amamos, Chango"
El día que me liberaron yo no sabía que estaba por salir, pero el Gato, tocándose la nariz, profetizó: "Libertad para ti". Me habían sacado para la enfermería pero yo no tenía nada.
El momento de la libertad fue un momento extraordinariamente fuerte, me temblaban las manos. Hasta el último minuto me dijeron que me trasladaban a otra cárcel. Eso formaba parte del sistema de desgaste, pero yo le creí al instinto del Gato. Fui celda por celda, diciéndoles "capaz que me voy" y repartiendo mis pertenencias. No me permitieron que le dejara el teclado mudo al Indio, un compositor al que le daba clases de piano sin piano.
Salí a la hora del recreo, escoltado por un milico que me iba pegando. Al que le dije: "Hijo de puta, ¿no te das cuenta de la belleza de este momento?". Los compañeros habían salido todos a las ventanas que daban al patio y me gritaban: "Chango, no te olvides de nosotros. Viví, viví a full. Te amamos, Chango". Yo me puse a llorar. Con el piano al hombro y ese tipo que me pegaba.
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Miguel Angel Estrella es un gran ser humano, un ejemplo, un heroe y mucho más que un gran músico. Investiguen y conóscanlo, no se van a arrepentir.
De yapa la sonata N. 8 Op. 13 "Pathetique" de L. van Beethoven interpretada por él:

1er movimiento:

2do movimiento:

3er movimiento:

domingo, 19 de abril de 2009

Roque Dalton

EL DESCANSO DEL GUERRERO

Los muertos están cada día más indóciles.

Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.

El cadáver firmaba en pos de la memoria
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.

Pero qué va
los muertos son otros desde entonces.

Hoy se ponen irónicos
preguntan.

Me parece que caen en la cuenta
de ser cada vez más la mayoría!
27 AÑOS

Es una cosa seria
tener veintisiete años
en realidad es una
de las cosas más serias
en derredor se mueren los amigos
de la infancia ahogada
y empieza a dudar uno
de su inmortalidad.
DECIRES

«El marxismo-leninismo es una piedra
para romperle la cabeza al imperialismo
y a la burguesía.»

«No. El marxismo-leninismo es la goma elástica
con que se arroja esa piedra.»

«No, no. El marxismo-leninismo es la idea
que mueve el brazo
que a su vez acciona la goma elástica
de la honda que arroja esa piedra.»

«El marxismo-leninismo es la espada
para cortar las manos del imperialismo.»

«Qué va! El marxismo-leninismo es la teoría
de hacerle la manicure al imperialismo
mientras se busca la oportunidad de amarrarle las manos.»

¿Qué voy a hacer si me he pasado la vida
leyendo el marxismo-leninismo
y al crecer olvidé
que tengo los bolsillos llenos de piedras
y una honda en el bolsillo de atrás
y que muy bien me podría conseguir una espada
y que no soportaría estar cinco minutos
en un Salón de Belleza?
NO, NO SIEMPRE FUI TAN FEO

Lo que pasa es que tengo una fractura en la nariz
que me causó el tico Lizano con un ladrillo
porque yo decía que evidentemente era penalty
y él que no y que no y que no
nunca le volveré a dar la espalda a un futbolista tico
el padre Achaerandio por poco se muere del susto
ya que al final había más sangre que en un altar azteca
y luego Quique Soler que me dio en el ojo derecho
la pedrada más exacta que cabe imaginarse
claro que se trataba de reproducir la toma de Okinawa
pero a mí me tocó ruptura de retina
un mes de inmovilización absoluta ( ! a los once años! )
visita al Dr Quevedo en guatemala y al doctor
Bidford que usaba una peluca colorada
por eso es que en ocasiones bizqueo
y que al salir del cine parezco un drogadicto desvelado
la otra razón fue un botellazo de ron
que me lanzó el marido de María Elena
en realidad yo no tenía mala intención
pero cada marido es un mundo
y si pensamos que él creía que yo era un diplomático argentino
hay que dar gracias a Dios
la otra vez fue en Praga nunca se supo
me patearon cuatro delincuentes en un callejón oscuro
a dos cuadras del Ministerio de Defensa
a cuatro cuadras de las Oficinas de la Seguridad
era vísperas de la apertura del Congreso del partido
por lo que alguien dijo que era una demostración contra el
[Congreso
en el hospital me encontré con otros dos delegados
que habían salido de sus respectivos asaltos
con más huesos rotos que nunca]

Otra opinión que fué un asunto de la CIA para cobarse mi
escapatoria de la cárcel
otro más que era una muestra de racismo anti-latinoamericano
y algunos que simplemente las universales ganas de robar
el camarada Sóbolev vino a preguntarme
si no era que yo le había tocado el culo a alguna
señora acompañada
antes de protestar en el Ministerio del Interior
en nombre del Partido Soviético
finalmente no apareció ninguna pista
y hay que dar gracias a Dios nuevamente
por haber continuado como ofendido hasta el final
en una investigacion en la tierra de Kafka
en todo caso ( y para lo que me interesa sustentar aquí )
los resultados fueron
doble fractura de maxilar inferior
conmoción cerebral grave
un mes más engullendo licuados hasta los bistecs
y la última vez fue en Cuba
fue cuando bajaba de una ladera bajo la lluvia
con un hierro M-52 entre manos
en una de esas salió de no sé donde un toro
yo me enredé las canillas en la maleza y comencé a caer
el toro pasó de largo pero como era un gran huevón
no quiso volver a ensartarme
pero de todos modos no fue necesario porque
como les iba contando yo caí encima del hierro
que no supo hacer otra cosa que rebotar como una revolución en Africa
y me partió en tres pedazos el arco cigomático
(muy importatnte para la resolución estética de los pómulos)
Eso explica por lo menos en parte mi problema.
Roque Dalton

Carta de despedida del Che a Fidel

"Año de la Agricultura"

Habana


Fidel:


Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos.

Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.

Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.

Hago formal renuncia de mis cargos en la Direccón del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.

Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario.

Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario.

He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.

Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.

Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.

Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.

Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.

Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.


Hasta la victoria siempre, ¡Patria o Muerte!

Te abraza con todo fervor revolucionario,

Che.

Te Recuerdo Amanda

Versión original por Victor Jara

Versión de Silvio Rodriguez

Te recuerdo, Amanda,

la calle mojada,

corriendo a la fábrica

donde trabajaba Manuel.


La sonrisa ancha,

la lluvia en el pelo,

no importaba nada,

ibas a encontarte con él.


Con él, con él, con él, con él.

Son cinco minutos. La vida es eterna en cinco minutos.

Suena la sirena. De vuelta al trabajo

y tu caminando lo iluminas todo,

los cinco minutos te hacen florecer.


Te recuerdo, Amanda,

la calle mojada

corriendo a la fábrica

donde trabajaba Manuel.


La sonrisa ancha,

la lluvia en el pelo,

no importaba nada

ibas a encontrarte con él.


Con él, con él, con él, con él.

que partió a la sierra,

que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,

y en cinco minutos quedó destrozado.

Suena la sirena, de vuelta al trabajo

muchos no volvieron, tampoco Manuel.


Te recuerdo, Amanda,

la calle mojada,

corriendo a la fábrica

donde trabajaba Manuel.


Victor Jara

sábado, 18 de abril de 2009

Plegaria a un labrador

(Versión de Quilapayun)

Levántate y mira la montaña

de donde viene el viento, el sol y el agua.

Tú que manejas el curso de los ríos,

tú que sembraste el vuelo de tu alma.


Levántate y mírate las manos

para crecer estréchala a tu hermano.

Juntos iremos unidos en la sangre

hoy es el tiempo que puede ser mañana.


Líbranos de aquel que nos domina

en la miseria.

Tráenos tu reino de justicia

e igualdad.

Sopla como el viento la flor

de la quebrada.

Limpia como el fuego

el cañón de mi fusil.

Hágase por fin tu voluntad

aquí en la tierra.

Danos tu fuerza y tu valor

al combatir.

Sopla como el viento la flor

de la quebrada.

Limpia como el fuego

el cañón de mi fusil.


Levántate y mírate las manos

para crecer estréchala a tu hermano.

Juntos iremos unidos en la sangre

ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Victor Jara y Patricio Castillo


Juventud Comunista

Esto es un extracto de "El pensamiento del Che" que habla un poco sobre como debe actuar un Joven Comunista. Este pensamiento fue escrito por el Che en Cuba algunos años después del comienzo de la Revolución Cubana pero es increible la vigencia que todavia tienen estas ideas.



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La seriedad que debe tener la juventud de hoy para afrontar los grandes compromisos, y el compromiso mayor es la construcción de la sociedad socialista, no se refleja en el trabajo concreto. Hay debilidades grandes y hay que trabajar sobre ellas, trabajar organizando, trabajar puntualizando el lugar donde duele, el lugar donde hay debilidades que corregir y trabajar sobre cada uno de ustedes para poner bien claro en sus conciencias que no puede ser buen comunista aquel que solamente piensa en la Revolución en el momento álgido del sacrificio, en el momento del combato, de la aventura heroica, de lo que se sale de lo vulgar y cotidiano, y, sin embargo, en el trabajo es mediocre o menos que mediocre. ¿Cómo puede ser eso? Si ustedes reciben ya el nombre de Jóvenes Comunistas, el nombre que nosotros como organización dirigente, partido dirigente todavía no tenemos, ustedes que tienen que construir un futuro en el cual el trabajo será la dignidad máxima del hombre, el trabajo será un deber social, un gusto que se da el hombre, el trabajo será creador al máximo y todo el mundo deberá estar interesado en su trabajo y en el de los demás, en el avance de la sociedad día a día, ¿Cómo puede ser que ustedes que tienen ese nombre, hoy, desdeñen el trabajo?Ahí hay un fallo, un fallo de organización, de esclarecimiento de trabajo y un fallo, además, naturalmente humano. La gente y todos nosotros, a todos yo creo, nos gusta más aquello que rompe la monotonía de la vida, aquello que de pronto, una vez cada tanto tiempo hace pensar a uno en su propio valor, en el valor que tiene dentro de la sociedad…Yo creo que lo primero que debe caracterizar a un Joven Comunista es el honor que siente por ser Joven Comunista, ese honor que lo lleva a mostrar ante todo el mundo su condición de Joven Comunista, que no lo vuelca en la clandestinidad, que no lo reduce a fórmulas sino que lo expresa en cada momento, que le sale del espíritu, que tiene interés en demostrarlo porque es su timbre de orgullo; junto a eso un gran sentido del deber, un sentido del deber con nuestra sociedad que estamos construyendo, con nuestros semejantes como seres humanos y con todos los hombres del mundo, eso es algo que debe caracterizar al Joven Comunista, al lado de eso su gran sensibilidad ante todos los problemas, su sensibilidad frente a la injusticia, su espíritu inconforme cada vez que surge algo que está mal, lo haya dicho quien lo haya dicho.Plantearse todo lo que no se entiende, discutir y pedir aclaración de lo que no esté claro, desdeñen el trabajo, declararle la guerra al formalismo, a todos los tipos de formalismos, estar siempre abiertos para recibir las nuevas experiencias, para conformar la gran experiencia de la humanidad que lleva muchos años avanzando por la senda del socialismo a las condiciones concretas de nuestro país, a las realidades que existen en Cuba y pensar todos y cada uno cómo ir cambiando la realidad, cómo ir mejorándola.El Joven Comunista debe plantearse ser siempre el primero en todo, luchar por ser el primero, sentirse molesto cuando en algo se ocupa otro lugar, y luchar por mejorar, por ser el primero, claro que no todos pueden ser los primeros, pero sí entre los primeros, en el grupo de la vanguardia, eso, de ser un ejemplo vivo, de ser el espejo donde se miren los compañeros que no pertenezcan a las juventudes comunistas, de ser el ejemplo donde se puede mirar los hombres y mujeres de edad más avanzada que han perdido cierto entusiasmo juvenil, que han perdido cierta fe en la vida y que frente al ejemplo reaccionan siempre bien, ésa es otra tarea de los Jóvenes Comunistas.Junto a eso, un gran espíritu de sacrificio, un espíritu de sacrificio no solamente para las jornadas heroicas sino para todo momento, sacrificio para ayudar al compañero en las pequeñas tareas, para que cumpla su trabajo, para que pueda hacer sus deberes en el colegio, en el estudio, para que pueda mejorar de cualquier manera, estar siempre atento a toda la masa humana que lo rodea.Es decir, hay algo que se plante, la exigencia a todo Joven Comunista es ser esencialmente humano y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano, que se purifique lo mejor del hombre a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo, que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.


Preguntitas sobre Dios




(Versión del cantante chileno Victor Jara)

Un día yo pregunté:
¿Abuelo, dónde esta Dios?
Mi abuelo se puso triste,
y nada me respondió.

Mi abuelo murió en los campos,
sin rezo ni confesión.
Y lo enterraron los indios
flauta de caña y tambor.

Al tiempo yo pregunté:
¿Padre, qué sabes de Dios?
Mi padre se puso serio
y nada me respondió.

Mi padre murió en la mina
sin doctor ni protección.
¡Color de sangre minera
tiene el oro del patrón!

Mi hermano vive en los montes
y no conoce una flor.
Sudor, malaria y serpientes,
es la vida del leñador.

Y que naide le pregunte
si sabe dénde esta Dios:
Por su casa no ha pasado
tan importante señor.

Yo canto por los caminos,
y cuando estoy en prisión,
oigo las voces del pueblo
que canta mejor que yo.

Si hay una cosa en la tierra
más importante que Dios
es que naide escupa sangre
pa’ que otro viva mejor.

¿Qué Dios vela por los pobres?
Tal vez sí, y tal vez no.
Lo seguro es que Él almuerza
en la mesa del patrón.

Yupanqui, Atahualpa

Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Benedetti, Mario

La carta

Me mandaron una carta
por el correo temprano,
en esa carta me dicen
que cayó preso mi hermano,
y sin compasión, con grillos,
por la calle lo arrastraron, sí.

La carta dice el motivo
de haber prendido a Roberto
haber apoyado el paro
que ya se había resuelto.
Si acaso esto es un motivo
presa voy también, sargento, si.

Yo que me encuentro tan lejos
esperando una noticia,
me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia,
los hambrientos piden pan,
plomo les da la milicia, sí.

De esta manera pomposa
quieren conservar su asiento
los de abanico y de frac,
sin tener merecimiento,
van y vienen de la iglesia
y olvidan los mandamientos, sí.

Habrase visto insolencia,
barbarie y alevosía,
de presentar el trabuco
y matar a sangre fría
a quien defensa no tiene
con las dos manos vacías, si.

La carta que he recibido
me pide contestación,
yo pido que se propale
por toda la población,
que el «león» es un sanguinario
en toda generación, sí.

Por suerte tengo guitarra
para llorar mi dolor,
también tengo nueve hermanos
fuera del que se engrilló,
los nueve son comunistas
con el favor de mi Dios, sí.
(1960-1963)
Parra, Violeta

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nuncano te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Benedetti, Mario

Volver a los 17

Volver a los diecisiete después de vivir un siglo
Es como descifrar signos sin ser sabio competente,
Volver a ser de repente tan frágil como un segundo
Volver a sentir profundo como un niño frente a dios
Eso es lo que siento yo en este instante fecundo.

Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra, ay si, si, si.

Mi paso retrocedido cuando el de usted es avance
El arca de las alianzas ha penetrado en mi nido
Con todo su colorido se ha paseado por mis venas
Y hasta la dura cadena con que nos ata el destino
Es como un diamante fino que alumbra mi alma serena.

Se va enredando, enredando...
Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber
Ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento
Todo lo cambia al momento cual mago condescendiente
Nos aleja dulcemente de rencores y violencias
Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes.

Se va enredando, enredando...

El amor es torbellino de pureza original
Hasta el feroz animal susurra su dulce trino
Detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros,
El amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño
Y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.
Se va enredando, enredando...

De par en par la ventana se abrió como por encanto
Entró el amor con su manto como una tibia mañana
Al son de su bella diana hizo brotar el jazmín
Volando cual serafín al cielo le puso aretes
Mis años en diecisiete los convirtió el querubín.
Parra, Violeta.

¿Qué les queda a los jóvenes?


¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Benedetti, Mario

Condensaciones y visión de San José de Costa Rica.




Allá arriba llaman las estrellas


invitándonos a despenar, a evolucionar


salir al cosmos.


Ellas engendradas por la presión y el calor.


Como alegres bulevares iluminados


o poblaciones vistas de noche desde un avión.


El amor: que encendió las estrellas...


El universo está hecho de unión.


El universo es condensación.


Condensación es unión, y es calor. (Amor.)


El universo es amor.


Un electrón nunca quiere estar solo.


Condensación, unión, eso son las estrellas.


La Ley de la Gravedad


che muove il sole e l'altre stelle


es una atracción entre los cuerpos, y la atracción


se acelera cuando se acercan los cuerpos.


La fuerza de atracción de la materia caótica.


Cada molécula


atrae a toda otra molécula del universo


La línea más recta es curva.


Sólo el amor es revolucionario.


El odio es siempre reaccionario.


El calor es un movimiento (agitación) de las moléculas


como el amor es movimiento (y como el amor es calor).


Un electrón busca pertenecer a un grupo completo o subgrupo.


Toda la materia es atracción.




Los electrones del átomo giran en órbitas elípticas


como giran en órbitas elípticas los planetas


(y el amor es en órbitas elípticas).


Cada una de las moléculas de la tierra, atrae


a la luna, al sol y a las estrellas.


Ha llovido en la noche y los sapos están cantando


bajo la luna, cantando para las hembras, llamándolas


a la cópula.


Y los átomos, se juntan los átomos amantes


hasta que tantos átomos se han unido


que empiezan a brillar y es una estrella.


(¿Qué sucede en la unión sexual? ¿Y cómo produce


nueva vida?) Y de ellas vino la danza.


Entre estalagtitas y estalagmitas (última galería)


un bisonte modelado en barro de la misma cueva


saltando una hembra modelada con el mismo barro


y en el suelo huellas, plantas y talones en el barro


de adolescentes de la era glacial que danzaron


y danzaron delante de los dos bisontes.


La danza aprendida de las estrellas.



Domingo en la noche, y en Wall Street un viento sucio


avienta periódicos en la acera vacía. Wall St. con estrellas


fantasmal y vacío. Oscuras las ventanas de los bancos


aunque no todas. Algunas filas iluminadas


en las moles negras. Pueden identificarse:


los departamentos extranjeros de los grandes bancos.


Las puertas de hierro cerradas con candados y barras.


Pero por entradas traseras ha entrado una gente


a los departamentos extranjeros. Las luces reuniones secretas


decisiones que ignoramos (y asciende como las acciones


el humo de sus habanos) pero nos afectan a todos.


Un motín en la Malasia por la devaluación, buses quemados


y la sangre corre en las calles como el agua de un hidrante.


A la hora en que brillan las estrellas sobre Wall Street


y la hora en que en Londres abren los bancos.




La materia atrae a la materia


y a medida que aumenta la condensación aumenta


su poder de atracción. En igualdad de condiciones


una condensación de dos millones de millas de diámetro


ejerce ocho veces la atracción que una de un millón. Así


mientras es mayor la condensación mayor su posibilidad


de crecer más reuniendo menores condensaciones.


Supongamos ahora que una masa enorme de gas uniforme


se extiende en el espacio por millones y millones de millas


en todas direcciones: cualquier pequeña alteración


de su uniformidad puede desencadenar condensaciones y


condensaciones, de cualquier dimensión imaginable.



Pasará el Capitalismo. Ya no veréis la Bolsa de Valores.


-Tan seguro como la primavera sigue al invierno...


Mi visión de San José de Costa Rica.


Y si "el último enemigo destruido será la muerte"


antes será destruido el egoísmo.


Tan diferente del actual como él lo es del Sinántropo.


La competencia impide la cooperación.


Hay separación entre hombre y hombre.


Una humanidad rota.


El primer pezmurió asfixiado. El primer pez que saltó a tierra


fue como el Che.


Pero otros siguieron después. Cualquiera pensaría que un pequeño disturbio


que sólo afecta una pequeña masa de gas


produciría una condensación de pequeñas proporciones.


Pero la gravitación del más pequeño cuerpo


repercute en todo el universo. La luna


crea mareas en la tierra y en las estrellas más distantes.


Cuando el bebé tira al suelo su juguete,


perturba la moción de todas las estrellas del universo.


Mientras exista gravitación, ninguna


perturbación puede quedar confinada


a un área menor que la totalidad del espacio.




"La tentativa de asalto al cielo" dijo Lenin


nada menos Lenin (la Comuna de París).


Comunal y personal, sin clases y sin estado.


Un hombre nuevo con nuevos cromosomas.


Fácil producir y distribuir lo que necesitamos


en este cuerpo celeste


(la economía no es complicada).




Mientras más violenta es la perturbación


más intensas serán las condensaciones


pero aun la más insignificante desarrolla


condensaciones aunque sean de intensidad debilisíma


y ya vimos que el destino de una condensación


no está determinado por su intensidad sino por su masa.


Por muy débil que haya sido su intensidad original


las grandes condensaciones se van haciendo más grandes


y más grandes, y las pequeñas desaparecen absorbidas


por las más grandes, y al final no queda sino una colección


de enormes condensaciones. Así son los fenómenos que llamamos


socializaciones, y asi es


la Revolución.



El universo es homogéneo. Los fragmentos de estrellas


en el Museo Geológico de South Kensingtofl


demuestran que ellas son de la misma carne de nosotros.


(También nosotros somos astro.)


Came celeste dijo Rubén.


También somos hijos del sol


(el calor de nuestra sangre es calor solar).


¡Engendrados por las estrellas!


"Negra, estoy contento en la montaña


porque estoy en el frente de batalla de mi pueblo.


"Y la batalla lleva ya veinte mil millones de años.


Mas: 'la revolución no acaba en este mundo'


si no vencemos a la muerte


triunfa definitivamente el statu quo


la muerte es statu quo.



Y mi Visión en San José de Costa Rica, contaré


mi Visión -en un taxi de nochea


cabando de llegar en avión a un Congreso de Escritores.


Mi Visión fue: unos anuncios de neón, farmacias, autos


muchachos en motos, gasolineras, bares, gente en las aceras


grupo de niñas con uniforme, trabajadores agrupados


y vi todo organizado por el amor.


El color de un sweater me hablaba de amor


el amor movía los carros, encendía esas luces -todas.


Las modas de las muchachas, qué eran sino amor


los niños de los barrios, reunidos por el amor


y plantados por el amor árboles de flor roja


un muchacho mechudo —mechudo por el amor


un anuncio: IMPERIAL. Quién sabe qué es pero será


cosa para compartir, obsequiar.


Una caseta telefónica y alguien llamando ¿a quién? ¿a quiénes?


Madre e hijo por la calle y he ahí otro amor


una pareja va abrazada, otro amor


una mujer encinta como gritando amor.


Mi taxi pasa. Dos en una acera: uno contando un cuento


(serán amigos).


Animal muy bello es el hombre me digo.


Pollos Fritos, Pastelería., también amor.


Uno muy aprisa —llegando tarde. ¿Adónde? A una cita


o una fiesta, una casa donde él ama.


Otro llevando pan. Para él con otros. Comunión.


Restaurantes brillantes: también son para una unión


cerveza PILSEN: también anuncia asociación, reunión


Coca-Cola


(una mierda) pero el letrero deletrea esta noche:


Comunión.


Bella especie dije cómo la amo


todos nacidos de cópulas


nacidos para el amor


(en un barrio, una casa con fiestecita. Y qué emoción).


Y vi que era bello morir por los otros.


Esa fue mi Visión esa noche en San José de Costa Rica


la creación entera aun en los anuncios comerciales gemía con dolor


por la explotación del hombre por el hombre. La creación entera


pedía, pedía a gritos


la Revolución.




Cardenal, Ernesto.




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